La popularización de los vehículos eléctricos (VEs) e híbridos (VHEs) en las últimas décadas se da en un contexto de creciente preocupación con cuestiones ambientales. Empresas y gobiernos pasaron a invertir y fomentar formas más sostenibles de movilidad, con el objetivo de reducir los contaminantes y una mayor eficiencia en la movilidad urbana. De ese modo, lo que era visto como tecnología futurista, ahora es una realidad.
En Europa, el incentivo gubernamental - en forma de subsidios y exención de impuestos - para la utilización de estos vehículos ha crecido mucho en los últimos años. Otra tendencia es la iniciativa de acabar con las ventas de coches tradicionales. En julio de este año, por ejemplo, el gobierno del Reino Unido anunció que hasta 2040 planea abolir la venta de vehículos de combustión convencionales de gasolina y diesel, como forma de combatir la alta contaminación del aire en sus carreteras.
Las dificultades como el alto precio y la autonomía limitada de la batería siguen siendo obstáculos para esta industria próspera. Sin embargo, el creciente avance tecnológico y el apoyo gubernamental para los vehículos eléctricos, principalmente en Europa y China, hacen que la superación de estas dificultades esté cada vez más próxima.
El precio de las baterías - cerca de la mitad de los costes de VES y VEHs - tiende a bajar de los actuales $273 por kilowatt / hora a sólo $73 kilowatt / hora en 2030, según Bloomberg New Energy Finance (BNEF). Así, maximizando el uso de la batería y aumentando el rendimiento de los coches en general.
En el lado izquierdo, la caída de precios de las baterías desde 2010 y su proyección hasta 2030. Del lado derecho, la mejora en la densidad de energía en el mismo período. Fuente: BNEF
Además, las proyecciones globales de crecimiento son de una expansión tan rápida que, en 2040, deben componer más de la mitad de la cantidad de vehículos vendidos mundialmente, de acuerdo con el BNEF.
Proyección de crecimiento de vehículos eléctricos. Fuente: BNEF
Este nuevo capítulo de la industria automotriz ganó también un gran apoyo con el anuncio en julio de que Volvo extinguirá la producción de vehículos de combustión a partir de 2019, vendiendo sólo coches eléctricos e híbridos. Competirá con grandes jugadores de la industria que hoy encabezamos el segmento, como Tesla y BMW. La industria tradicional de automóviles se está adaptando, por lo tanto, a esta nueva realidad de coches eléctricos e híbridos, que vinieron para quedarse.